Ya hace algo más de un mes que hicimos nuestro semillero y poco a poco fueron apareciendo las plantitas.

Las pekes flipaban cada vez que aparecia un nuevo brote, la verdad ¡es que es increíble! Hasta yo sigo maravillándome de que de una semilla tan pequeña de lechuga crezca una planta, ¡genial!

Este año nos dormimos un poco en los laureles y el semillero lo hicimos un poco tarde. Además cómo somos un poco prisas y nos apetecía ir plantando, ya habíamos comprado en una tienda local, unos plantones de tomate, pepino y algunas lechugas. Pero habíamos dejado espacio para nuestro semillero, ya que además de ilusión a mi me gustan más porque sé de dónde viene la semilla y sé que no le he añadido ninguna producto químico.
Este lunes decidimos que ya era momento de bajar los plantones al huerto y allá que nos fuimos.
Plantamos todo lo que era grande, y algunos pequeños también. Teníamos acelgas, espinacas, 3 calabacines grandes, 4 judías verdes y 3 guisantes. Además pusimos una plantita de rúcula y lechugas.

Desde nuestra experiencia, lo más importante es tener en cuenta la separación entre las plantas, lo que se conoce como marco de cultivo. Ahora son muy pequeñas y como el ansia de ser la hortelana que más tomates recolecte en agosto te puede, tiendes a poner las plantas de tomate muy juntas. ¡Cuidado! Las plantas crecen y necesitan determinado espacio para crecer bien y con la fuerza necesaria para producir sus frutos.
Hay muchos libros donde encontraréis más información sobre estas distancias, pero os dejamos algunas, las plantas más comunes.
Pepinos: 60-90cm
Tomates: 40-50cm
Judías verdes: 15-30cm
Guisantes: 30-50cm
Zanahorias: 5-10cm
Acelgas: 30-40cm
Espinaca: 10-20cm
Berenjena: 50-60cm
Calabacín: 90cm
Habas: 20-25cm
Sandías: 80-100cm
Os iremos contando más cosas de huertear con peques…mientras nos vemos en la #HuertaDisfrutona