Aiii que llega el día de la madre….¡qué nervios! que ya no queda nada para celebrar el día más importante del año…bueno, igual me he pasado, claro, quizás se ha notado uno poco que soy la madre de este blog…¡jeje!
Pues aquí tenéis la mejor de las ideas para que vuestras madres sean las más felices del universo, ¡sí! esta vez no exagero…¡felicísimas! Porque ¿qué es mejor que una madre relajada? nada, así que vamos allá con la propuesta. Que se os ha pasado el día de la madre, ¡no importa! regalar relax y disfrute nunca está de más, así que podemos hacerlo en cualquier fecha del año…os aseguro que triunfaréis. ¿Que nadie te regala?, pues regálatelo tu mismo…merece la pena.
El baño árabe o hammam Al Ándalus está en pleno centro de Madrid, muy cerca de Sol, por fuera casi ni te das cuenta, porque sus salas de disfrute y relax están bajo la tierra. A nosotras nos lo regalaron por nuestro cumpleaños (¡Gracias club de los calabacines en vinagre! ¡os querremos eternamente!) y allá que fuimos las tres con nuestro bañador en el bolso.
A las horas pares del día empieza la relajación, nosotras fuimos al turno de las 12 de la mañana. Allí te dan todo lo que necesitas para disfrutar, solo tienes que llevar el bañador. Nuestro regalo era el baño y ritual Al Andalus, que es el más completo y aiiiii qué bien estuvo….¡me acuerdo y me relajo! 🙂
Entras bajando unas empinadas escaleras y, tras ponerte el bañador, sigues bajando hacia unas cuevas preciosas donde se encuentran las piscinas de agua fría, caliente y templada…¡empieza la relajación y la tranquilidad!
Y mientras vas cambiando de aguas, y tomándote un té, puedes ir eligiendo la esencia para el aceite de tu masaje…¿se puede pedir más? ¡Sí! porque después te llaman porque ha llegado tu momento de masaje y ya volarás hasta el cielo del placer.
El ritual empieza con el kessa, donde la masajista te va enjabonando todo el cuerpo y lo frota con el guante tradicional árabe (guante de kessa) y jabón de uva roja, consiguiendo eliminar las células muertas de la piel y activar la circulación sanguínea. Es algo que no me habían hecho en la vida, y la sensación del agua caliente primero y luego la espuma cayendo por todo el cuerpo, tumbado encima de la piedra, es algo increíble.
Después vas hacia otra sala, ya con ojos de loca perdida de felicidad y relajación total y te dan un masaje relajante (con el aceite del olor que más te guste), con el que tocarás las estrellas.
Un plan disfrutón muy muy recomendable, para hacer sin peques y para disfrutar también con amigos o en pareja. ¡No os lo perdáis!
Aquí tenéis la web del Hammam Al Ándalus con toda la información (dentro del Hammam no se puede sacar fotos)