Julio es el mes en el que los campos de lavanda de Guadalajara se visten de morado y nos dejan sus mejores imágenes. Lo que hace años eran unos campos que no visitaba nadie, solo los habitantes de la zona, ahora se ha convertido en un espectáculo masivo. La verdad es que merece la pena verlo, pero si se puede evitar la famosa fiesta de la lavanda, creo que mucho mejor, sobre todo si, como a nosotras, no os gustan las aglomeraciones.
Los campos de lavanda se reparten en varias localicaciones de Brihuega (cercanas todas), exactamente yo miré las localizaciones en este post de Viajando en furgo y en este de Divertydoo y es un espectáculo impresionante, especialmente al atardecer. A nosotras el que más nos gustó es este (coordenadas: 40.790312, -2.849016) que es mucho más grande. Hay otro antes que está acordonado y es, para mi, menos impresionante.
Según entras entre la lavanda ya notas el zumbido de las abejas y flipas con la cantidad de ellas que hay trabajando entre las flores. Un sitio increíble para sacar fotos y disfrutar de un rato agradable viendo atardecer en los campos.
Nosotras la visitamos el julio pasado, quizás demasiado pronto, porque los expertos nos dijeron que quedaba todavía un poco para que los campos estuvieran en su máximo esplendor. Cada año cambia la floración pero a nosotras nos pareció una pasada de todas formas.
Cascada de Aragosa
Un plan muy fresquito si estás por esa zona de la lavanda en pleno julio es ir a las Cascadas de Aragosa. Además están en un área recreativa con mesas y es un sitio muy chulo para hacer una parada. Hasta allí llegamos de improvisto, con Dory, vimos el río desde la carretera y bajamos sin saber qué nos encontraríamos. ¡Qué bien sientan estos planes improvisados!
Y aprovechamos también para pasarnos por la Feria Medieval de Sigüenza (Guadalajara) que está súper chula. Hay muchas ferias en verano en la zona, así que igual te coincide como a nosotras. Hay actividades para peques, pasacalles y desfiles, música y buen ambiente sin demasiada gente. ¡Planazo!
Pernocta: Nosotras, como fuimos con Dory, dormimos en los campos directamente, en un parking que hay para visitantes, fue atardeciendo, la gente se fue marchando y pernoctamos allí mismo sin ningún problema. ¡Una pasada!