La localidad segoviana de Prádena (muy cerca de Madrid) esconde en sus entrañas secretos prehistóricos de gran belleza, 4 kilómetros de cuevas y pasadizos en tres pisos que fueron descubiertas en 1932, y que se han mantenido intactas desde la prehistoria hasta hoy. Es la cueva de los Enebralejos, unas cuevas pequeñas en las que se visitan 250 metros, y una de las más bonitas que he visto.
Las cuevas fueron usados por los prehistóricos para enterramientos, el acceso era complicado (tenían que entrar por un gran desnivel) y no era posible usarla para vivir. Dentro encendían hogueras con enebros, de ahí el nombre de la cueva y enterraban a sus muertos.
Arqueólogos y espeleólogos han analizado la cueva de principio a fin, y allí se hallaron muchos restos óseos en posición fetal, así que mientras descubres las estalactitas y las estalagmitas de formas increíbles, puedes ir viendo los agujeros donde fueron enterrados nuestros antepasados. En la cueva también te enseñarán una pintura rupestre, incluso grabados, hechos en las tumbas de los más ilustres, y además la cueva está cruzada por un río, que hace una de las salas más grandes, realmente impresionante.
La visita dura una hora y es guiada, cuesta 6 euros y las entradas se pueden sacar por internet en la página web de las cuevas. Nosotras fuimos al turno de las 16, que estuvo muy bien porque no había demasiado gente, y disfrutamos juntos al guía, Jose María, de las explicaciones que nos dio sobre las cuevas.
Dentro de las cuevas no se puede sacar fotos, las que tengo me las han enviado de la cueva para ilustrar el blog. En el exterior de las cuevas hay un parque de columpios y un merendero con mesas. Nosotras comimos ahí, así que podeís hacer un picnic antes o después de visitar las cuevas.
Las niñas salieron flipadas y la verdad es que lo mayores nos quedamos muy sorprendidos con la belleza de estas cuevas que no conocíamos para nada. La visita a las cuevas se puede unir a la una visita a Pedraza, una localidad preciosa a 15 minutos de allí, que conté en este post. De verdad que merecen la pena, no os las perdáis. ¡A disfrutar!
Página web de las cuevas de los Enebralejos: www.cuevadelosenebralejos.es